viernes, 18 de febrero de 2011

Avisos

Avisos.

Muchas veces uno deja de ver, y no sé por qué, los signos que el mundo nos deja escritos. Nos obcecamos en olvidar que el universo no tiene porqué restringirse a una sucesión de hechos tangibles y analizables a su vez por nuestra razón. Nos empeñamos en relegar a casi una mera existencia anecdótica las otras puertas y ventanas de nuestra casa, por las que también podemos mirar y comunicarnos con el exterior, hasta tal punto que finalmente creemos que solo hay una puerta en la casa y en definitiva, condenar la posibilidad de siquiera mencionar estas otras puertas y ventanas así como lo que podemos llegar a ver a través de ellas.

Desde hace un tiempo olvidé que formo parte del universo o lo que es lo mismo que no es algo externo a mí. El mundo no es la suma del universo y yo, sino que ahí sobra el “yo”. Vivir consciente de que uno se pasea por el universo fue un error y centrarme únicamente en el lenguaje, en el razonamiento y en la linealidad del tiempo y espacio, fue el segundo error. Una combinación perfecta. Y seguí viviendo, caminando por ese mundo, ignorando los susurros del universo. No quise darme cuenta de los avisos que me fueron dados y caí.

Pero no importa, si algo bueno tienen las caídas es que aprendes a levantarte. Ya me he levantado y ahora sigo caminando, pero caminando como nunca debí dejar de hacer.

Tened paz en vuestros corazones.

No hay comentarios:

Publicar un comentario