viernes, 18 de febrero de 2011

Amanecer

Todos los días amanece. Después de la oscuridad viene el amanecer que nos anuncia el nacimiento de un nuevo día, pero también nos proclama la muerte de la noche, que volverá a nacer con un nuevo atardecer. El mundo, nuestro mundo es una continua y sublime recapitulación de ritos, vivencias, nacimientos y muertes.
Pero realmente ¿qué es nacimiento y qué es muerte? Son palabras que vestimos con ropas de alegría o tristeza, según nuestra cultura o estado de ánimo. Como siempre hago, prefiero mirarlas a través del prisma que un día encontré. Y una vez que lo hago, me doy cuenta de que no hay nacimiento sin muerte, muerte sin nacimiento, amanecer sin atardecer, noche sin día.
Amanecer.
Es solo dar un paso más. Es el triunfo de lo que hemos vivido y la esperanza de lo que llega.
Inicio un nuevo día con un amanecer que se antoja prometedor, pero los que me conocen saben que un día no son veinticuatro horas. No, simplemente pueden ser dos minutos o toda un aternidad. Una eternidad para buscarte y un minuto para encontrarte, una eternidad para estar contigo y volverte a perder en un nuevo amanecer.
Ten paz en tu corazón.

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